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ALIMENTACIÓN

VEGETARIANISMO SEGÚN LA CIENCIA

“El vegetarianismo es el régimen alimentario que tiene como principio dejar de consumir cualquier tipo de carne. Con frecuencia, la dieta vegetariana no se reduce únicamente a la nutrición, ya que es probable que también se adopte una actitud y un estilo de vida que rechaza otras formas de utilización de los animales para producir bienes de consumo o para la diversión humana.

Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados. Quienes no admiten ninguna ingesta de productos derivados de los animales (como el huevo, los lácteos o la miel de las abejas) son denominados veganos, vegetarianos estrictos o vegetarianos puros. Aquellos que sí consumen leche se conocen como lactovegetarianos, aquellos que consumen huevos son denominados ovovegetarianos, y si consumen ambos productos, ovolactovegetarianos. Finalmente, quienes solo se alimentan de fruta practican el frugivorismo. En la dieta vegetariana sí se acepta la cocción de los alimentos y el consumo de productos refinados (los más comunes son el azúcar y la harina), además de pastas blancas, frituras y alimentos en conserva o a los que se le han añadido colorantes o conservantes. Esto lo diferencia de otros tipos de dietas, como la macrobiótica y la naturista.

Las dietas vegetarianas correctamente planificadas son saludables y nutricionalmente adecuadas. Diversos estudios poblacionales sugieren que estas dietas están relacionadas con menor incidencia de obesidad, enfermedad coronaria, hipertensión y diabetes tipo 2, lo que parece ser atribuible no solo a la dieta sino también al estilo de vida de los vegetarianos. Las dietas basadas en alimentos de origen vegetal requieren de la suplementación de la vitamina B12 mediante suplementos o a través de la ingesta de alimentos fortificados. La deficiencia de vitamina B12 puede provocar trastornos neurológicos, alteraciones vasculares tempranas y un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la ateroesclerosis, entre otros.

Motivaciones

Los motivos que los vegetarianos argumentan para justificar su dieta varían. Algunos se abstienen de ingerir carne por consideraciones de salud. Otros lo hacen por preocupación por el medio ambiente. Están también quienes se oponen al consumo de productos de origen animal por razones éticas, así como aquellos que lo hacen sobre la base de motivos de índole religiosa (por ejemplo hindúes o budistas).

Principales razones para adoptar el vegetarianismo (Revista Time, 2002)
Salud 32 %
Por la presencia de aditivos y hormonas en productos de carne 15 %
No me gusta el sabor de la carne 13 %
Quiero a los animales 11 %
Derechos animales 10 %
Razones religiosas 6 %
Preocupación por el planeta 4 %
Para perder peso 3 %
Para reducir el hambre a nivel global 1 %

Ética

El sufrimiento animal durante su muerte es una de las principales razones éticas.

La dieta vegetariana por motivaciones éticas está relacionada con la defensa de los derechos de los animales. Las personas que dejan a un lado el especismo se denominan antiespecistas, y si no utilizan animales en sus vidas cotidianas directa o indirectamente son llamadas veganas. Este tipo de vegetarianos consideran reprochable la muerte del animal y sobre todo su maltrato y explotación o especulación como bien, con el único fin de producir productos para el consumo humano.

De este modo, el vegetarianismo estima que el consumo de carne es producto de una elección voluntaria, por lo que puede ser rechazada y aun así llevar una dieta saludable.

Además, considera que el alimento que se dedica a engordar a los animales destinados a la alimentación podría alcanzar para alimentar a todas las personas del mundo. Según la revista estadounidense PETA, en EE. UU., el 80 % del maíz y el 95 % de la avena que se cultivan son destinados al alimento de ganado.

En este sentido, la dieta vegetariana no puede contemplarse solo en términos de nutrición, sino que también conforma una actitud y estilo de vida. Es probable que un vegetariano rechace otras formas de utilización de los animales para producir bienes de consumo o para la diversión humana, al igual que puede tender a apoyar su dieta alimenticia por razones ecológicas y naturalistas. El hinduismo y el budismo más estrictos, ni qué decir el jainismo estricto, reprueban el consumo de animales, en parte por seguir la sabia normativa de la ahimsa (no violencia) ya que, como el cristianismo preconizado por Francisco de Asís, todos los seres son hermanos y deben ser solidarios. Sin embargo, pese a ello, en situaciones extremas (por ejemplo la hambruna entre los seres humanos) algunos hindúes y budistas aceptan el consumo de pescado «siempre y cuando esos pescados por naturaleza no críen a su prole», tal cual lo ha expresado Indra Devi en los 1980 de Argentina explicación que va para todo el mundo.

Salud

La postura de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos y de la Asociación de Dietistas de Canadá, publicada en 2003, sostiene que las dietas vegetarianas correctamente planificadas son saludables, nutricionalmente adecuadas, se asocian con tasas más bajas de diabetes tipo 2 y ayudan a disminuir los niveles de colesterol y la presión sanguínea.

Las dietas veganas, lactovegetarianas y ovolactovegetarianas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo y la lactancia; adecuadamente planificadas satisfacen las necesidades nutritivas de los bebés, los niños y los adolescentes, y promueven un crecimiento normal. En el caso de los lactantes y niños, dadas las limitaciones nutricionales de estas dietas, se debe vigilar el aporte de energía y ciertos nutrientes (calcio y vitaminas D y B12). Algunas evidencias demuestran que los niños que siguen dietas veganas son en general más pequeños, aunque pueden estar dentro de los límites de la normalidad.

Uno de los aspectos más críticos en las dietas vegetarianas, y especialmente en la dieta vegana, es la vitamina B12. Un error común es pensar que la carne se puede reemplazar sin problemas por huevos y productos lácteos. La vitamina B12, una de las vitaminas esenciales para el ser humano, solo se encuentra en cantidades suficientes en la carne, principalmente en la carne de rumiantes. La deficiencia de vitamina B12 puede provocar trastornos neurológicos, alteraciones vasculares tempranas y un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la ateroesclerosis, entre otros. La única forma de evitar esta deficiencia en personas que hacen dietas vegetarianas es mediante la toma regular de suplementos o alimentos fortificados con esta vitamina.

Un metaanálisis de 2016 concluye que la eliminación completa de las proteínas animales no reduce el riesgo frente al cáncer de mama, el cáncer de colon, ni el cáncer de próstata. No obstante, según este estudio, las dietas semivegetarianas que permiten el consumo de pescado o aquellas que reducen, pero no excluyen, la carne ni el pescado, se asocian con un menor riesgo de desarrollo de cáncer de colon.

Las muertes por enfermedades isquémicas del corazón son más reducidas en población vegetariana, cosa que puede ser debida a niveles más bajos de colesterol en sangre. Hay que tener en cuenta que en los estudios se han empleado dietas muy bajas en grasa acompañadas de cambios saludables en el estilo de vida, lo cual son factores de confusión que impiden atribuir estos beneficios únicamente la dieta. De hecho, una inadecuada suplementación de vitamina B12 y una insuficiente ingesta de ácido graso omega 3, junto a una elevada proporción de ácido graso omega 6 con respecto al omega 3, pueden aumentar, según algunos estudios (no todos), el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Las dietas vegetarianas no protegen contra el desarrollo de osteoporosis.

Actualmente existe controversia en torno a los ácidos docosahexaenoico (DHA) y eicosapentaenoico (EPA), dos de los componentes de los ácidos grasos omega-3. Estos componentes existen en el pescado y en la carne, pero no se encuentran en productos de origen vegetal, salvo en determinadas algas, y en el aceite de inca inchi o sacha inchi (Plukenetia volubilis L.), proveniente de la Amazonia.

El organismo es capaz de sintetizar DHA a través de la conversión del ácido alfa-linolénico (ALA), otro ácido graso omega-3 más fácil de obtener en una dieta vegetariana, pues se encuentra en diversos alimentos (como el aceite de lino y las nueces). La cantidad diaria recomendada de DHA es de 220 mg, un nivel que no es alcanzado en la mayoría de países, ni siquiera por las personas que no son vegetarianas.

Como solución para conseguir niveles recomendados de DHA en el marco de una dieta vegetariana se han recomendado dos posibilidades:

Tomar suficiente cantidad de alimentos que contengan ALA, a la vez que se maximiza la conversión de ALA en DHA. Esto se consigue a través de una dieta nutricionalmente adecuada, bajos niveles de ácidos grasos trans y bajos niveles de ácidos omega-6.

Consumir suplementos de DHA realizados con algas.

Un nivel bajo de DHA se relaciona con deficiencia subclínica, que puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares, desórdenes inflamatorios, enfermedades mentales y psiquiátricas y neurodesarrollo subóptimo. Por el contrario, un suplemento de DHA, estudiado en pruebas controladas aleatorias, muestra mejoría en el neurodesarrollo neonatal, salud cardiovascular y menor presión sanguínea al final de la vida.

Ecológica

Hay quienes son vegetarianos por motivos ecológicos y les preocupa el estado actual del medio ambiente en el mundo. Por una parte, este tipo de vegetarianos consideran que, al ser los recursos naturales limitados, se ahorra si el ser humano se alimenta directamente de los vegetales, en lugar de utilizarlos como comida para los animales. Por otra parte, estos vegetarianos señalan a las formas de ganadería extensiva e intensiva entre las principales causas de la degradación de la tierra. Según recientes estudios, el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero que la industria del transporte, y por tanto sería uno de los principales impulsores del cambio climático global. Asimismo, es una de las principales causas de la deforestación (como la de América del Sur) y de la degradación del suelo y del agua.

El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero – el 18 por ciento,medidos en su equivalente en dióxido de carbono (CO2) – que el sector del transporte. También es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos.

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

Según la revista estadounidense PETA, un informe de la ONU afirmaría que la industria de la carne generaría un 40 % más de gases de efecto invernadero que todos los coches, camiones, barcos y aviones del mundo juntos.

En octubre de 2009, Nicholas Stern, autor del Informe Stern sobre la economía del cambio climático, afirmó en una entrevista exclusiva al diario británico The Times que la única vía para salvar el mundo es que todo el planeta se haga vegetariano.

Un estudio de 2017 encontró que las dietas vegetarianas y veganas tienen en promedio un menor impacto ambiental que las dietas omnívoras.

Religiosa

Algunas confesiones religiosas, como el hinduismo, el budismo, el jainismo o la Iglesia Adventista del Séptimo Día promueven el vegetarianismo como estilo de vida.

La mayor concentración de personas vegetarianas se da en la India, donde aproximadamente el 80 % de la población es hindú. Allí, la vaca es considerada un animal sagrado y digno de veneración, por lo cual no puede ser sacrificada para alimentación. Los textos del hinduismo condenan el sacrificio de otros animales y el consumo de su carne.

En el budismo, algunos de los textos donde mejor se ilustra la recomendación de seguir una dieta vegetariana es en los jataka. Matar un animal no humano es lo mismo que matar a un ser humano, puesto que todos hemos sido otro tipo de animales en vidas anteriores.

El jainismo establece un tipo de vegetarianismo mucho más estricto que el de las otras religiones.

Por su parte, la denominada Iglesia Adventista del Séptimo Día mantiene una tendencia hacia el vegetarianismo. En contraposición, el cristianismo (como el catolicismo y el protestantismo) entienden que los animales fueron creados para ser usados por los seres humanos.

Por otra parte, a finales del siglo XVIII algunos grupos de cristianos no comían carne pues pensaban que Jesucristo tenía como misión final acabar con la matanza de animales no humanos, y actualmente algunos movimientos cristianos toman el vegetarianismo y el respeto a los animales como parte de su doctrina. Asimismo, algunas citas de la Biblia pueden interpretarse con una tendencia vegetariana. Por ejemplo, en el libro del profeta Isaías se muestra un futuro en el que los animales conviven en armonía con las personas, de manera similar a lo planteado en el Génesis:

6Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. 7La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías, el león, como los bueyes, comerá paja.

8Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado meterá la mano. 9Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena de conocimiento de Yahvé, como cubren las aguas el mar.

Isaías 11:6.9

En el Nuevo Testamento se recomienda no comer carne «si molesta a tu hermano»:

Bueno es no comer carne. Ni tomar vino. Ni nada que a tu hermano tropiece o se ofenda o se debilite.

Epístola a los romanos 14:21

Sin embargo, en la Biblia se encuentran muchos versículos que alientan el consumo de la carne:

Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Yahvé vuestro Dios.

Éxodo 16:20

Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.

Levítico 7:15-16

Los encratitas, también llamados tacianos, formaron una secta que rechazaba el consumo de carne.

La Iglesia católica prohíbe el consumo de carnes (rojas y blancas) el Miércoles de Ceniza, los seis Viernes de Cuaresma y el Viernes Santo. En estos días solamente se permite consumir vegetales (frutas y verduras), aunque también se pueden consumir animales acuáticos (pescados y mariscos —moluscos y crustáceos—), así como también permite el consumo de anfibios y reptiles; y otros productos de origen animal, como los huevos, la leche y la miel. (Véase: Gastronomía de Semana Santa).

Variantes

Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados. Quienes no admiten ninguna ingesta de productos derivados de los animales (como el huevo, los lácteos o la miel de las abejas) son denominados veganos, vegetarianos estrictos o vegetarianos puros. Aquellos que sí consumen leche se conocen como lactovegetarianos, aquellos que consumen huevos son denominados ovovegetarianos, si consumen ambos productos, ovolactovegetarianos, quienes ni se alimentan de nada animal ni usan productos provenientes o testados en ellos, se denominan veganos. Finalmente quienes solo se alimentan de fruta practican el frugivorismo.

En la dieta vegetariana sí se acepta la cocción de los alimentos y el consumo de productos refinados (los más comunes son el azúcar y la harina), además de pastas blancas, frituras y alimentos en conserva o a los que se le han añadido colorantes o conservantes. Esto lo diferencia de otros tipos de dietas, como la macrobiótica y la naturista.

La siguiente tabla resume las principales variantes del vegetarianismo:

Principales dietas vegetarianas
Nombre de la dieta Carne Miel Huevos Lácteos
Apiovolactovegetarianismo No
Ovolactovegetarianismo No No
Lactovegetarianismo No No No
Ovovegetarianismo No No No
Apivegetarianismo No No No
Veganismo No No No No
Ovolactovegetarianismo

Esta sección es un extracto de Ovolactovegetarianismo

El ovolactovegetarianismo es una dieta que excluye alimentos de origen animal; sin embargo, a diferencia de dietas más restrictivas como el veganismo, incluye huevos y productos lácteos, es decir, leche y sus derivados, como el queso y la mantequilla.

 

Por otro lado, la dieta lactovegetariana se caracteriza por excluir alimentos de origen animal restringiendo también el huevo. Sí se incluye en esta dieta el consumo de lácteos.

Contrariamente la dieta ovovegetariana incluye el consumo de huevos y excluye el consumo de lácteos.

De estos tipos de dietas, el ovolactovegetarianismo es el más común en Occidente, de forma que la mayoría de la gente que dice ser vegetariana se refiere a ser ovolactovegetariana.

Lactovegetarianismo

Esta sección es un extracto de Lactovegetarianismo.

El lactovegetarianismo es una dieta vegetariana que además de excluir la carne y el pescado, excluye los huevos, pero a diferencia de dietas más restrictivas como el veganismo, incluye productos lácteos — es decir leche y sus derivados, como el queso y la mantequilla — además de los alimentos vegetales como cereales, legumbres, setas, frutas, verduras, etc.

 

La mayoría de vegetarianos de la India y aquellos provenientes del Mediterráneo (como los pitagóricos) son en efecto lactovegetarianos siendo estos los primeros vegetarianos en aparecer y crear esta dieta de la cual derivan las demás dietas vegetarianas. Esta dieta es popular entre muchos seguidores de tradiciones religiosas, tales como los jainistas, hinduistas y budistas. También ha sido popularizada internacionalmente desde los años 60 por la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna. Según ciertas fuentes, la proporción más grande de lactovegetarianos está en la India y en la zona este mediterránea.

Muchos quesos no son para vegetarianos, ya que se cuajan con los estómagos de animales. El lactovegetarianismo es perfectamente practicable por pueblos europeos o de la cuenca del Mediterráneo y algunos del Asia Central pero pueblos genéticamente indoamericanos y melanoafricanos suelen ser alérgicos a los productos lácteos.

Ovovegetarianismo

Esta sección es un extracto de Ovovegetarianismo.

El ovovegetarianismo es una dieta vegetariana que excluye la carne, el pescado y los lácteos —es decir, leche y sus derivados, como el queso y la mantequilla— pero sí incluye los huevos y sus derivados, además de los alimentos vegetales como cereales, legumbres, setas, frutas, verduras, etc. Su mayor ventaja es que, al incluir el huevo dentro de la dieta, se obtienen las proteínas y la vitamina B12 necesarias para mantener el cuerpo saludable.

Las personas ovovegetarianas no consumen productos lácteos, a diferencia de las personas lactovegetarianas, quienes no consumen huevos.

Veganismo

Esta sección es un extracto de Veganismo.

El veganismo, del inglés veganism, es la actitud consistente en rechazar el uso de productos de origen animal, en conjunto con una doctrina o filosofía que rechaza concebir a los animales como mercancías, ya sea para indumentaria, medicamentos, cosméticos, transporte, experimentación, ayuda en el trabajo o entretenimiento. El veganismo es definido como un estilo de vida, como un posicionamiento ético y como una ideología. A quienes practican el veganismo se les llama veganos.

Los fundamentos del veganismo incluyen argumentos éticos, morales, ambientales, de salud y humanitarios. Los productos y servicios excluidos por el veganismo son todos los que involucran a un animal, por ejemplo en alimentación —carne, pescado, huevos, leche y derivados, miel—, en vestimenta e industria —cuero, lana, pieles y algunos cosméticos—, en entretenimiento —zoológicos o circos—, en compraventa de animales de compañía y en servicios como perros policía, perros de caza, animales de tiro o experimentación animal, incluida la experimentación médica.

Sin embargo, el veganismo no se opone al cuidado personal o colectivo de ciertas especies de animales de compañía, como perros y gatos, siempre y cuando sea una manera de compartir espacio y vida y no el producto de una transacción comercial. Si bien se rechaza la crianza de animales de servicio por ser considerada una explotación, como los perros entrenados para ayudar a personas con alguna discapacidad, hay debate sobre si sería es posible, en determinadas circunstancias, que estos animales se pudieran considerar verdaderos compañeros de esas personas, con una relación recíprocamente beneficiosa.

Una persona que opta por un estilo de vida vegano suele hacerlo para minimizar el sufrimiento animal; algunos veganos también pueden tomar esta decisión para minimizar su huella ecológica o con la esperanza de beneficiarse de ella en términos de salud.

Desde la Antigüedad ha habido personas que han renunciado al consumo de productos de origen animal, pero el término «veganismo» es moderno: fue acuñado en 1944 por Donald Watson con el objetivo de diferenciarlo del vegetarianismo, el cual rechaza el consumo de carne pero acepta el consumo de otros productos de origen animal, como leche, derivados lácteos y huevos. En la actualidad, el veganismo es minoritario e incluso marginal, aunque en algunos países el número de veganos esté aumentando.

Otras variantes
Crudismo:

Son aquellos que siguen una alimentación vegetariana en la que se consumen productos crudos, o ligeramente tibios, que no han sido calentados por encima de 46,7 °C (116 °F), y nunca cocidos. Los consumidores de productos crudos argumentan que el cocinar destruye las enzimas y porciones de los nutrientes, aunque algunos creen que el cuerpo asimila mejor ciertos alimentos si estos se encuentran ligeramente tibios y por ende más blandos. Otros activan las enzimas de los alimentos mojándolos en agua antes de consumirlos. Algunos son frutarianos, y otros comen solo comidas orgánicas. 

Crudiveganismo:

Es la práctica de la alimentación que es simultáneamente «cruda» y «vegana».

Alimentación macrobiótica:

No es en sí misma un régimen vegetariano, pues consiste en comprender las especificidades de cada alimento ―según el yin y el yang― para obtener la libertad de utilizarlos según los objetivos y necesidades personales. Por eso, decidir si se toman productos animales o no, de qué tipo, qué cantidad, etc., dependerá del resultado que se quiera obtener. Se fundamenta en la disciplina filosófica llamada macrobiótica.

Granivorismo:

Propugnan el consumo de alimentos en grano. Los granivorianos, como los vegetalistas, eliminan de su alimentación la carne y los productos de origen animal.

Lactocerelianos:

Esta tendencia generalmente puede realizarse dentro de prácticas específicas. Por ejemplo, un régimen practicado por los yoguis en la India, que no se ha impuesto en la práctica del yoga en Occidente, propone una alimentación basada principalmente en el uso de productos lácteos y de cereales. Su objetivo es conseguir la salud, el bienestar y la pureza, pero también la armonización entre el cuerpo y el espíritu.

Frugivorismo o frutivorismo:

Esta teoría se basa en las ideas de Arthur Merrheim, quien pretende volver a lo que considera la única alimentación natural; pues según él, el hombre prehistórico era vegetariano. Algunos frutarianos solo consumen partes de la planta que hallan caídas de esta, es decir, comen granos, tomates, pepinos, calabazas, pero no consumen patatas o espinacas.

Esteinerianos:

Se les denomina también biodinámicos, por la biodinámica, pseudociencia elaborada por el doctor Rudolf Steiner, que se ocupa no solo de la calidad y de la cantidad del producto agrícola, sino sobre todo de regenerar el terreno empobrecido por cultivos continuos, lo que provoca que los nutrientes de los alimentos que consumimos sean cada vez más pobres.

Eubióticos:

La eubiótica supone que se puede ayudar a los mecanismos digestivos naturales del organismo mediante la combinación «correcta» de los alimentos y evitando de manera particular asociar alimentos proteicos con carbohidratos.

Semivegetarianismo:

Práctica que consiste en comer la menor cantidad de carne posible.

Flexitarianismo o vegetarianismo flexible:

Se refiere al que sigue una alimentación vegetariana o vegana y consume mucha menos carne que la media general (casos médicos, sociales, etc).

Pescetarianismo:

Persona que no come carne, leche o huevo de animales terrestres, pero sí peces y otros animales marinos.

No carnívoro:

Persona que no come carne. No consideran el pescado o mariscos como carnes, tampoco las grasas o aceites animales, excipientes o colorantes de origen animal, harinas de huesos, etc.

Crudivegetarianismo:

Es el individuo que se alimenta básicamente de verduras, pasturas u oleaginosas de forma cruda. Este estilo de vegetarianismo no permite que se consuman almidones concentrados, como los frutos secos o incluso las patatas, así como tampoco comerlos a una temperatura menor a como se calentarían en estado ambiente.

Apivegetarianismo:

Excluye la carne, el pescado y otros alimentos derivados de animales tales como los lácteos y los huevos, siendo el único producto animal que consumen los derivados de la apicultura, tales como la miel o la jalea real.

Bivalvovegetarianismo:

Excluye el consumo de cualquier alimento de origen animal, salvo los bivalvos como ostras, almejas, mejillones entre otros. Argumentando que debido a la simpleza del sistema nervioso de estos animales, no serían capaces de sentir dolor o sufrimiento y por lo tanto no existiría problema ético alguno en consumirlos. En ocasiones, los bivalvovegetarianos también consumen lácteos y huevos, siendo uno de los nombres que estos reciben el de bivalvoovolacteovegetarianos, aunque el término no es muy utilizado ni fuera ni dentro del vegetarianismo.

Gastronomía

Esta sección es un extracto de Gastronomía vegetariana.

La gastronomía vegetariana es aquella que utiliza ingredientes que cumplen los criterios vegetarianos, excluyendo la carne. Para el ovolactovegetarianismo (el tipo más común de vegetarianismo de Occidente) están permitidos los huevos y los productos lácteos, tales como la leche y el queso. Las formas más estrictas de vegetarianismo son el veganismo y el frugivorismo, que excluyen todos los productos animales, incluyendo los productos lácteos y la miel, e incluso algunos azúcares refinados que se filtran y blanquean con carbón de hueso.

Los alimentos vegetarianos se pueden clasificar en varios tipos:

  • Los tradicionales, que siempre han sido vegetarianos: cereales, frutas, verduras, frutos secos, etcétera.
  • Productos de soja, incluyendo el tofu y el tempeh, que son fuentes comunes de proteína
  • Proteína vegetal texturizada, hecha de harina vegetal desgrasada, incluida a menudo en receta de chili y hamburguesa en lugar de la carne picada
  • Sucedáneos de carne, que imitan el sabor, textura y apariencia de la carne y se emplean con frecuencia en recetas que tradicionalmente contienen carne
  • Sucedáneos de huevo y lácteos, empleados para hacer cremas, batidos y tortillas.

Historia

Esta sección es un extracto de Historia del vegetarianismo.

La historia del vegetarianismo y sus variantes (frugivorismo, semivegetarianismo, etc.), como concepto y práctica entre un número significativo de personas, comienza en la antigua India, especialmente entre los jainas (vegetarianismo jaina) y en particular en el norte y oeste.  Tiempo después aparece en las antiguas civilizaciones griegas en el sur de Italia y Grecia. En ambos casos, la dieta estaba estrechamente relacionada con la idea de la no violencia hacia los animales (llamada ahimsa en India) y fue promovida por grupos religiosos y filosóficos.

Después de la cristianización del Imperio Romano en la antigüedad tardía (siglos IV-VI), el vegetarianismo casi desapareció de Europa. Varias órdenes de monjes en la Europa medieval restringieron o prohibieron el consumo de carne por razones ascéticas, pero ninguno de ellos se abstuvo del consumo de pescado, por lo que estos monjes no eran vegetarianos, sino pescetarianos. El vegetarianismo resurgió en Europa durante el Renacimiento y se convirtió en una práctica más generalizada durante los siglos XIX y XX. En 1847 nace la primera sociedad vegetariana en el Reino Unido, y pronto nacerían otras en Alemania, Países Bajos y otros países. En 1906 surge la Unión Vegetariana Internacional como unión de todas las sociedades nacionales. En la actualidad, el porcentaje de vegetarianos en Occidente varía entre 0,5% y 4%, según la región y la fuente.

Demografía

Artículo principal: Anexo:Vegetarianismo por país.

A nivel mundial, el VRG (Vegetarian Resource Group) realizó una encuesta en 2006 que estimaba que el 6.7 % de la población mundial es vegetariana. En 2010, Leahy, Lyons y Tol estimaron que había 75 millones de vegetarianos a voluntad (1%), y 1,450 millones quienes lo eran por falta de recursos.

  • India – Es el país con mayor población vegetariana, entre un 30 % y 40 % de la población. ​ Por sexos, la mayoría de los vegetarianos son mujeres, un 68 % frente a un 32 % de hombres.
  • Reino Unido – Es uno de los países occidentales con mayor número de vegetaria9nos, se estima que el 7 % de la población lo es (cuatro millones de personas Sería superado por Alemania, donde, según datos del Eurostat, en 2003 entre un 8 % y un 9 % de la población era vegetariana; en España lo era un 0,5 % (unas 200 000 personas).
  • Estados Unidos – Según un informe de la Fundación Foodways, el número de personas vegetarianas pasó de 6 a 12,5 millones, en solo siete años (entre 1985 y 1992).
  • Chile – En Chile, según datos de CADEM, el 14% del país es vegetariano. El estudio que incluyó 1600 participantes checando «El chile que viene» en el sentido de los hábitos nutricionales de los residentes chilenos.
  • Perú – Otro dato sobre un país latino es en el Perú, donde 8% del país se declara como vegetarianos, esto según «Nielsen», basado en datos que sacaron de un estudio mundial que se hizo en 2016.
  • Israel – Según un periódico israelí, basado en encuestas, el 8% de los israelíes son vegetarianos, un total de aprox. 1 millón de israelíes.
  • Brasil – Según la sociedad vegetariana brasileña un número histórico de 14% de vegetarianos declarados se anunció. Basado en encuestas de IBOPI.

Simbolismo

Esta sección es un extracto de Simbolismo vegetariano y vegano.

Se han diseñado múltiples símbolos para representar tanto el vegetarianismo como el veganismo. Muchos de ellos se emplean en embalajes de comida para su distinción, incluyendo etiquetas como la marca de The Vegan Society o el símbolo Europeo del Vegetarianismo, así como los símbolos de vegetariano y no vegetariano estipulados por el gobierno de la India. Estos símbolos también son utilizados por miembros de las comunidades vegetarianas y veganas para representar sus ideales. También se emplean en el movimiento de liberación animal.

Etimología

El término inglés vegetarian se comenzó a utilizar en el siglo XIX para referir a quienes evitaban consumir carne. El Diccionario Oxford de la lengua inglesa atribuye el primer uso conocido a la actriz Fanny Kemble (1809-1893) quien la utilizó en un escrito de 1839 que fue publicado en 1863. Las palabras «vegetariano» y «vegetarianismo» aparecieron con la primera asociación vegetariana del mundo, la Vegetarian Society, fundada el 30 de septiembre de 1847 en Mánchester; por lo que antes de esa fecha tales palabras no aparecen en ningún escrito y a falta de ellas se habla de «dieta vegetal» o «dieta pitagórica» (debido a que los seguidores de Pitágoras seguían dietas vegetarianas)”.

Vegetarianismo (Wikipedia)

VEGETARIANISMO SEGÚN LA ALQUINATURA

El relato que el Antiguo Testamento hace del vegetarianismo ilustra nuestro tema:

“Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.

El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”.

Génesis 9:3-6

Para aclarar una serie de contradicciones en la que parece incurrir la Biblia, conviene decir que ésta no se limita, en absoluto, a exponer un solo modelo de alimentación del hombre. Aquí habría que hablar de los tiempos que corren y de las distintas situaciones que se dan en cada tiempo. Busquemos las razones que llevan a Dios a cambiar la ley del Génesis 9, por las que se exponen en: 

“Y toda la congragación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto”.

Éxodo 16:2

“Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.

Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, será comido en el día que ofreciere su sacrificio, y lo que de él quedare, lo comerán al día siguiente”.

Levítico 7:15-16

Hay que saber entender que los seres humanos no aceptan lo bueno como bueno, y dan por sentado, al mismo tiempo, que lo malo es lo que más les gusta.

El fallo más grande del hombre consiste en la pérdida de la conciencia. Perdida ésta, la ética; perdida la ética se pierde la compasión.

La diferencia que existe entre lo bueno y lo malo, entre el bien y el mal, es que lo bueno, y el bien, no perjudica a nada ni a nadie, y todos salen ganando; mientras que en lo malo, y en el mal, siempre hay perdedores, y en el caso que nos ocupa, la vida.

Dios disuelve su ley primogénita de la conciencia en contra de su voluntad, y del bien, porque se da cuenta de que el hombre es malo y no es capaz de acatarla.

La ley de Moisés constituye el comienzo de una nueva época en la historia del pueblo de Israel. Dios considera el bien como algo supremo. Sin embargo, por encima de esto está el plan de Dios para redimir al hombre de la caída del pecado original, a través del pueblo de Israel elegido por Él, hasta la venida del Mesías, verdadero y único artífice de la redención del hombre, y así salvarlo de las manos de Satanás.

Con la dieta vegetariana empieza un comienzo escalonado hacia el amor al prójimo, sin buscar nada a cambio, pero que actúa e influye para que, después, venga la justicia, la cual tiene finalidades y obra según el principio: ‘Yo te respeto y tengo compasión de ti, para que los demás me respeten y tengan compasión de mí’. Así todos somos felices y nadie sufre.

Una vez cumplido el tiempo, con el Apocalipsis a la vuelta de la esquina, la vida no va a necesitar que el hombre tenga compasión de ella, sino que será el Juez quien la proteja:

 

“Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin”

Daniel 7:26

Quien respeta la vida nada debe temer. Y su tálamo permanecerá tranquilo y sosegado. Pero si el equipaje de la moral que todos llevamos dentro, (Juez), se altera por incumplir algunas de sus leyes, (en el caso que nos ocupa: No matarás), este Juez se volverá contra nosotros como si fuera una enfermedad autoinmune, y nadie podrá resistirlo.

 

El conocimiento de la verdad siempre nos insta a estar seguros y tranquilos.

Quien posee conocimiento, no se confunde.

Quien posee ciencia, maneja hipótesis.

Quien observa el empirismo, acierta.

Quien se ilumina con lo parcelario, yerra.

Lo que vive dentro de un elefante, o de un buey, o de un toro bravo, es fuerza y bravura. Y lo que vive dentro de estos animales vegetarianos, también puede vivir en los hombres que no se alimentan de carne ni de pescado.

Conviene subrayar que las formulaciones que hace la ciencia con respecto a la deficiencia de vitamina B12, ácidos grasos Omega-3 y vitamina D en los vegetarianos, son puntos de vista que difieren claramente de la realidad. Aquí se pone de manifiesto el querer apagar la voz de la conciencia ética, buscando un argumentario que justifique la ingesta de carne.

Existen otros estudios científicos que aportan otros puntos de vista.

La vitamina B12

Según un estudio de SuperSmart, el valor diario (vd) recomendado de vitamina B12 es, aproximadamente, 2’4 microgramos para un adulto. Teniendo en cuenta que no se reconoce ningún riesgo por exceso de esta vitamina, el organismo almacena la ingesta adicional de B12 en el hígado, para prevenir las deficiencias.

  • Alimentos de origen animal ricos en vitamina B12:

– El queso: Contiene de 1 a 1’5 microgramos, por cada 100 gramos. Es decir, entre aproximadamente un 40 y un 60% de la ingesta diaria recomendada.

– La leche: Contiene 1’2 microgramos, por cada 100 gramos (un 50% de la ingesta diaria recomendada).

– Los huevos: Contiene 0’6 microgramos, por cada 100 gramos (un 25% de la dosis recomendada).

Sería muy agradable que las historias se contaran bien, y que los mitos desaparecieran. Los únicos seres que pueden generar vitamina B12 son los microorganismos. De hecho, la vitamina B12 sintética es fabricada mediante un proceso de fermentación láctica, por las bacterias: pseudonoma denitrificans, propionibacterium shrmanil y sinorhizobium meliloti.

La vitamina B12 se encuentra en las carnes rojas de rumiantes, otras carnes, pescado, queso, leche y huevo, de mayor a menor porcentaje, en ese orden. Pero esas vitaminas no han sido creadas por la vaca, el pescado o la gallina, sino que se originan por las bacterias simbióticas de la flora intestinal que poseen dichos animales, y después se desplazan, para su función, a los distintos tejidos del animal, así como a su leche o su huevo.

Existen dos tipos de vitamina B12, con funciones diferenciadas.

  1. Vitamina B12 tipo I, Cianocobalamina.

Sus funciones son:

– Intervenir en la formación de eritrocitos. Su déficit produce eritrocitos megas, grandes, dando lugar a anemia megaloblástica.

– Intervenir en la producción de mielina de las células de Schwann, en los nervios.

– Intervenir en el funcionamiento de las neuronas motoras.

La vitamina B12 Cianocobalamina puede ser producida por las bacterias simbióticas intestinales de los seres humanos, la flora intestinal, si se alimentan adecuadamente.

Los alimentos que generan Cianocobalamina son:

  • Trigo.
  • Col.
  • Dátiles.
  • Cava.
  • Champán.
  • Cerveza.

El viaje sosegado que podemos hacer, libre de ciencia, y con la cabeza bien alta por no tener que sacrificar animales para comer, nos hace así llevar el mandato de Dios en la frente. Sería muy interesante conocer algo de la historia de este profeta bíblico en relación al vegetarianismo: 

“En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.

Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.

Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.

Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino del rey que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.

Entre estos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.

A estos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.

Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.

Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos; y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza.

Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías:

Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas.

Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días.

Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey.

Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.

A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.

Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor.

Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey.

En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.

Y continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro”.

Daniel y sus compañeros en Babilonia – Daniel 1:1-21

 

2. Vitamina B12 tipo II, Hidroxicobalamina.

Sus funciones son:

– Intervenir en el mantenimiento de las neurofibrillas de los nervios.

– Intervenir en los receptores del sistema inmunológico y hormonal.

– Intervenir en la transcripción del ADN.

Esta vitamina B12 tipo II puede ser producida también por la flora intestinal de los seres humanos, si nos alimentamos regularmente con:

  • Aceite de girasol (mejor, de extracción en frío).
  • Algas.
  • Alubias secas.
  • Ciruelas.
  • Ajo crudo.

 

Los Omega-3

Son ácidos grasos poliinsaturados.

Se encuentran (según escala del 1 al 10) en:

  • Pescado azul: salmón, sardinas, atún (10).
  • Ciertos mariscos (8).
  • Aceite de soja (3).
  • Planta canola (2).
  • Nueces (2).
  • Linaza (2).
  • Chía (4).

Según la ciencia, las funciones del Omega-3 son evitar las enfermedades cardiovasculares y la ateroesclerosis. Su carencia puede provocar: dermatitis, piel áspera, enrojecimiento, inflamaciones, hipertensión, colesterol, artritis, alzheimer.

Según la Alquinatura, el Omega-3 es necesario en el metabolismo de las hormonas esteroideas de la corteza suprarrenal.

La bandera de los Omega-3 cuelga de los balcones de los eclécticos de la alimentación omnívora, poniendo el acento en la necesidad de comer pescado, y señalando con el dedo la insensatez de los vegetarianos.

Sin embargo, a la hora de hacer un análisis con rigor, no se tiene en cuenta que hay millones de vegetarianos que no padecen las enfermedades a las que se alude por falta de Omega-3, ni a los bebés que se crían saludablemente con leche, y no con pescado azul.

Dichosa es la Naturaleza, que sabe cuidar de los seres humanos y no les obliga a matar a otros seres para comérselos, respetando así la vida.

  1. Los cofactores de Omega-3.

Según la Alquinatura, existe un cofactor hepático, compuesto por una apoenzima y por vitamina A, que transforma el Omega-6 en Omega-3.

Los alimentos ricos en Omega-6 (medidos en escala del 1 al 10) son:

  • Aceite de girasol (10).
  • Aceite de oliva (8).
  • Aceite de coco (8).
  • Avena (8).
  • Cacahuetes y nueces (6).
  • Aguacate (6).
  • Pipas de girasol (6).
  • Queso y leche de oveja (6).
  • Queso y leche de cabra y vaca (5).
  • Soja (5).

ALIMENTACIÓN

VEGETARIANISMO SEGÚN LA CIENCIA

“El vegetarianismo es el régimen alimentario que tiene como principio dejar de consumir cualquier tipo de carne. Con frecuencia, la dieta vegetariana no se reduce únicamente a la nutrición, ya que es probable que también se adopte una actitud y un estilo de vida que rechaza otras formas de utilización de los animales para producir bienes de consumo o para la diversión humana.

Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados. Quienes no admiten ninguna ingesta de productos derivados de los animales (como el huevo, los lácteos o la miel de las abejas) son denominados veganos, vegetarianos estrictos o vegetarianos puros. Aquellos que sí consumen leche se conocen como lactovegetarianos, aquellos que consumen huevos son denominados ovovegetarianos, y si consumen ambos productos, ovolactovegetarianos. Finalmente, quienes solo se alimentan de fruta practican el frugivorismo. En la dieta vegetariana sí se acepta la cocción de los alimentos y el consumo de productos refinados (los más comunes son el azúcar y la harina), además de pastas blancas, frituras y alimentos en conserva o a los que se le han añadido colorantes o conservantes. Esto lo diferencia de otros tipos de dietas, como la macrobiótica y la naturista.

Las dietas vegetarianas correctamente planificadas son saludables y nutricionalmente adecuadas. Diversos estudios poblacionales sugieren que estas dietas están relacionadas con menor incidencia de obesidad, enfermedad coronaria, hipertensión y diabetes tipo 2, lo que parece ser atribuible no solo a la dieta sino también al estilo de vida de los vegetarianos. Las dietas basadas en alimentos de origen vegetal requieren de la suplementación de la vitamina B12 mediante suplementos o a través de la ingesta de alimentos fortificados. La deficiencia de vitamina B12 puede provocar trastornos neurológicos, alteraciones vasculares tempranas y un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la ateroesclerosis, entre otros.

Motivaciones

Los motivos que los vegetarianos argumentan para justificar su dieta varían. Algunos se abstienen de ingerir carne por consideraciones de salud. Otros lo hacen por preocupación por el medio ambiente. Están también quienes se oponen al consumo de productos de origen animal por razones éticas, así como aquellos que lo hacen sobre la base de motivos de índole religiosa (por ejemplo hindúes o budistas).

Principales razones para adoptar el vegetarianismo (Revista Time, 2002)
Salud 32 %
Por la presencia de aditivos y hormonas en productos de carne 15 %
No me gusta el sabor de la carne 13 %
Quiero a los animales 11 %
Derechos animales 10 %
Razones religiosas 6 %
Preocupación por el planeta 4 %
Para perder peso 3 %
Para reducir el hambre a nivel global 1 %

Ética

El sufrimiento animal durante su muerte es una de las principales razones éticas.

La dieta vegetariana por motivaciones éticas está relacionada con la defensa de los derechos de los animales. Las personas que dejan a un lado el especismo se denominan antiespecistas, y si no utilizan animales en sus vidas cotidianas directa o indirectamente son llamadas veganas. Este tipo de vegetarianos consideran reprochable la muerte del animal y sobre todo su maltrato y explotación o especulación como bien, con el único fin de producir productos para el consumo humano.

De este modo, el vegetarianismo estima que el consumo de carne es producto de una elección voluntaria, por lo que puede ser rechazada y aun así llevar una dieta saludable.

Además, considera que el alimento que se dedica a engordar a los animales destinados a la alimentación podría alcanzar para alimentar a todas las personas del mundo. Según la revista estadounidense PETA, en EE. UU., el 80 % del maíz y el 95 % de la avena que se cultivan son destinados al alimento de ganado.

En este sentido, la dieta vegetariana no puede contemplarse solo en términos de nutrición, sino que también conforma una actitud y estilo de vida. Es probable que un vegetariano rechace otras formas de utilización de los animales para producir bienes de consumo o para la diversión humana, al igual que puede tender a apoyar su dieta alimenticia por razones ecológicas y naturalistas. El hinduismo y el budismo más estrictos, ni qué decir el jainismo estricto, reprueban el consumo de animales, en parte por seguir la sabia normativa de la ahimsa (no violencia) ya que, como el cristianismo preconizado por Francisco de Asís, todos los seres son hermanos y deben ser solidarios. Sin embargo, pese a ello, en situaciones extremas (por ejemplo la hambruna entre los seres humanos) algunos hindúes y budistas aceptan el consumo de pescado «siempre y cuando esos pescados por naturaleza no críen a su prole», tal cual lo ha expresado Indra Devi en los 1980 de Argentina explicación que va para todo el mundo.

Salud

La postura de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos y de la Asociación de Dietistas de Canadá, publicada en 2003, sostiene que las dietas vegetarianas correctamente planificadas son saludables, nutricionalmente adecuadas, se asocian con tasas más bajas de diabetes tipo 2 y ayudan a disminuir los niveles de colesterol y la presión sanguínea.

Las dietas veganas, lactovegetarianas y ovolactovegetarianas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo y la lactancia; adecuadamente planificadas satisfacen las necesidades nutritivas de los bebés, los niños y los adolescentes, y promueven un crecimiento normal. En el caso de los lactantes y niños, dadas las limitaciones nutricionales de estas dietas, se debe vigilar el aporte de energía y ciertos nutrientes (calcio y vitaminas D y B12). Algunas evidencias demuestran que los niños que siguen dietas veganas son en general más pequeños, aunque pueden estar dentro de los límites de la normalidad.

Uno de los aspectos más críticos en las dietas vegetarianas, y especialmente en la dieta vegana, es la vitamina B12. Un error común es pensar que la carne se puede reemplazar sin problemas por huevos y productos lácteos. La vitamina B12, una de las vitaminas esenciales para el ser humano, solo se encuentra en cantidades suficientes en la carne, principalmente en la carne de rumiantes. La deficiencia de vitamina B12 puede provocar trastornos neurológicos, alteraciones vasculares tempranas y un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la ateroesclerosis, entre otros. La única forma de evitar esta deficiencia en personas que hacen dietas vegetarianas es mediante la toma regular de suplementos o alimentos fortificados con esta vitamina.

Un metaanálisis de 2016 concluye que la eliminación completa de las proteínas animales no reduce el riesgo frente al cáncer de mama, el cáncer de colon, ni el cáncer de próstata. No obstante, según este estudio, las dietas semivegetarianas que permiten el consumo de pescado o aquellas que reducen, pero no excluyen, la carne ni el pescado, se asocian con un menor riesgo de desarrollo de cáncer de colon.

Las muertes por enfermedades isquémicas del corazón son más reducidas en población vegetariana, cosa que puede ser debida a niveles más bajos de colesterol en sangre. Hay que tener en cuenta que en los estudios se han empleado dietas muy bajas en grasa acompañadas de cambios saludables en el estilo de vida, lo cual son factores de confusión que impiden atribuir estos beneficios únicamente la dieta. De hecho, una inadecuada suplementación de vitamina B12 y una insuficiente ingesta de ácido graso omega 3, junto a una elevada proporción de ácido graso omega 6 con respecto al omega 3, pueden aumentar, según algunos estudios (no todos), el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Las dietas vegetarianas no protegen contra el desarrollo de osteoporosis.

Actualmente existe controversia en torno a los ácidos docosahexaenoico (DHA) y eicosapentaenoico (EPA), dos de los componentes de los ácidos grasos omega-3. Estos componentes existen en el pescado y en la carne, pero no se encuentran en productos de origen vegetal, salvo en determinadas algas, y en el aceite de inca inchi o sacha inchi (Plukenetia volubilis L.), proveniente de la Amazonia.

El organismo es capaz de sintetizar DHA a través de la conversión del ácido alfa-linolénico (ALA), otro ácido graso omega-3 más fácil de obtener en una dieta vegetariana, pues se encuentra en diversos alimentos (como el aceite de lino y las nueces). La cantidad diaria recomendada de DHA es de 220 mg, un nivel que no es alcanzado en la mayoría de países, ni siquiera por las personas que no son vegetarianas.

Como solución para conseguir niveles recomendados de DHA en el marco de una dieta vegetariana se han recomendado dos posibilidades:

Tomar suficiente cantidad de alimentos que contengan ALA, a la vez que se maximiza la conversión de ALA en DHA. Esto se consigue a través de una dieta nutricionalmente adecuada, bajos niveles de ácidos grasos trans y bajos niveles de ácidos omega-6.

Consumir suplementos de DHA realizados con algas.

Un nivel bajo de DHA se relaciona con deficiencia subclínica, que puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares, desórdenes inflamatorios, enfermedades mentales y psiquiátricas y neurodesarrollo subóptimo. Por el contrario, un suplemento de DHA, estudiado en pruebas controladas aleatorias, muestra mejoría en el neurodesarrollo neonatal, salud cardiovascular y menor presión sanguínea al final de la vida.

Ecológica

Hay quienes son vegetarianos por motivos ecológicos y les preocupa el estado actual del medio ambiente en el mundo. Por una parte, este tipo de vegetarianos consideran que, al ser los recursos naturales limitados, se ahorra si el ser humano se alimenta directamente de los vegetales, en lugar de utilizarlos como comida para los animales. Por otra parte, estos vegetarianos señalan a las formas de ganadería extensiva e intensiva entre las principales causas de la degradación de la tierra. Según recientes estudios, el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero que la industria del transporte, y por tanto sería uno de los principales impulsores del cambio climático global. Asimismo, es una de las principales causas de la deforestación (como la de América del Sur) y de la degradación del suelo y del agua.

El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero – el 18 por ciento,medidos en su equivalente en dióxido de carbono (CO2) – que el sector del transporte. También es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos.

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

Según la revista estadounidense PETA, un informe de la ONU afirmaría que la industria de la carne generaría un 40 % más de gases de efecto invernadero que todos los coches, camiones, barcos y aviones del mundo juntos.

En octubre de 2009, Nicholas Stern, autor del Informe Stern sobre la economía del cambio climático, afirmó en una entrevista exclusiva al diario británico The Times que la única vía para salvar el mundo es que todo el planeta se haga vegetariano.

Un estudio de 2017 encontró que las dietas vegetarianas y veganas tienen en promedio un menor impacto ambiental que las dietas omnívoras.

Religiosa

Algunas confesiones religiosas, como el hinduismo, el budismo, el jainismo o la Iglesia Adventista del Séptimo Día promueven el vegetarianismo como estilo de vida.

La mayor concentración de personas vegetarianas se da en la India, donde aproximadamente el 80 % de la población es hindú. Allí, la vaca es considerada un animal sagrado y digno de veneración, por lo cual no puede ser sacrificada para alimentación. Los textos del hinduismo condenan el sacrificio de otros animales y el consumo de su carne.

En el budismo, algunos de los textos donde mejor se ilustra la recomendación de seguir una dieta vegetariana es en los jataka. Matar un animal no humano es lo mismo que matar a un ser humano, puesto que todos hemos sido otro tipo de animales en vidas anteriores.

El jainismo establece un tipo de vegetarianismo mucho más estricto que el de las otras religiones.

Por su parte, la denominada Iglesia Adventista del Séptimo Día mantiene una tendencia hacia el vegetarianismo. En contraposición, el cristianismo (como el catolicismo y el protestantismo) entienden que los animales fueron creados para ser usados por los seres humanos.

Por otra parte, a finales del siglo XVIII algunos grupos de cristianos no comían carne pues pensaban que Jesucristo tenía como misión final acabar con la matanza de animales no humanos, y actualmente algunos movimientos cristianos toman el vegetarianismo y el respeto a los animales como parte de su doctrina. Asimismo, algunas citas de la Biblia pueden interpretarse con una tendencia vegetariana. Por ejemplo, en el libro del profeta Isaías se muestra un futuro en el que los animales conviven en armonía con las personas, de manera similar a lo planteado en el Génesis:

6Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. 7La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías, el león, como los bueyes, comerá paja.

8Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado meterá la mano. 9Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena de conocimiento de Yahvé, como cubren las aguas el mar.

Isaías 11:6.9

En el Nuevo Testamento se recomienda no comer carne «si molesta a tu hermano»:

Bueno es no comer carne. Ni tomar vino. Ni nada que a tu hermano tropiece o se ofenda o se debilite.

Epístola a los romanos 14:21

Sin embargo, en la Biblia se encuentran muchos versículos que alientan el consumo de la carne:

Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Yahvé vuestro Dios.

Éxodo 16:20

Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.

Levítico 7:15-16

Los encratitas, también llamados tacianos, formaron una secta que rechazaba el consumo de carne.

La Iglesia católica prohíbe el consumo de carnes (rojas y blancas) el Miércoles de Ceniza, los seis Viernes de Cuaresma y el Viernes Santo. En estos días solamente se permite consumir vegetales (frutas y verduras), aunque también se pueden consumir animales acuáticos (pescados y mariscos —moluscos y crustáceos—), así como también permite el consumo de anfibios y reptiles; y otros productos de origen animal, como los huevos, la leche y la miel. (Véase: Gastronomía de Semana Santa).

Variantes

Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados. Quienes no admiten ninguna ingesta de productos derivados de los animales (como el huevo, los lácteos o la miel de las abejas) son denominados veganos, vegetarianos estrictos o vegetarianos puros. Aquellos que sí consumen leche se conocen como lactovegetarianos, aquellos que consumen huevos son denominados ovovegetarianos, si consumen ambos productos, ovolactovegetarianos, quienes ni se alimentan de nada animal ni usan productos provenientes o testados en ellos, se denominan veganos. Finalmente quienes solo se alimentan de fruta practican el frugivorismo.

En la dieta vegetariana sí se acepta la cocción de los alimentos y el consumo de productos refinados (los más comunes son el azúcar y la harina), además de pastas blancas, frituras y alimentos en conserva o a los que se le han añadido colorantes o conservantes. Esto lo diferencia de otros tipos de dietas, como la macrobiótica y la naturista.

La siguiente tabla resume las principales variantes del vegetarianismo:

Principales dietas vegetarianas
Nombre de la dieta Carne Miel Huevos Lácteos
Apiovolactovegetarianismo No
Ovolactovegetarianismo No No
Lactovegetarianismo No No No
Ovovegetarianismo No No No
Apivegetarianismo No No No
Veganismo No No No No
Ovolactovegetarianismo

Esta sección es un extracto de Ovolactovegetarianismo

El ovolactovegetarianismo es una dieta que excluye alimentos de origen animal; sin embargo, a diferencia de dietas más restrictivas como el veganismo, incluye huevos y productos lácteos, es decir, leche y sus derivados, como el queso y la mantequilla.

 

Por otro lado, la dieta lactovegetariana se caracteriza por excluir alimentos de origen animal restringiendo también el huevo. Sí se incluye en esta dieta el consumo de lácteos.

Contrariamente la dieta ovovegetariana incluye el consumo de huevos y excluye el consumo de lácteos.

De estos tipos de dietas, el ovolactovegetarianismo es el más común en Occidente, de forma que la mayoría de la gente que dice ser vegetariana se refiere a ser ovolactovegetariana.

Lactovegetarianismo

Esta sección es un extracto de Lactovegetarianismo.

El lactovegetarianismo es una dieta vegetariana que además de excluir la carne y el pescado, excluye los huevos, pero a diferencia de dietas más restrictivas como el veganismo, incluye productos lácteos — es decir leche y sus derivados, como el queso y la mantequilla — además de los alimentos vegetales como cereales, legumbres, setas, frutas, verduras, etc.

 

La mayoría de vegetarianos de la India y aquellos provenientes del Mediterráneo (como los pitagóricos) son en efecto lactovegetarianos siendo estos los primeros vegetarianos en aparecer y crear esta dieta de la cual derivan las demás dietas vegetarianas. Esta dieta es popular entre muchos seguidores de tradiciones religiosas, tales como los jainistas, hinduistas y budistas. También ha sido popularizada internacionalmente desde los años 60 por la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna. Según ciertas fuentes, la proporción más grande de lactovegetarianos está en la India y en la zona este mediterránea.

Muchos quesos no son para vegetarianos, ya que se cuajan con los estómagos de animales. El lactovegetarianismo es perfectamente practicable por pueblos europeos o de la cuenca del Mediterráneo y algunos del Asia Central pero pueblos genéticamente indoamericanos y melanoafricanos suelen ser alérgicos a los productos lácteos.

Ovovegetarianismo

Esta sección es un extracto de Ovovegetarianismo.

El ovovegetarianismo es una dieta vegetariana que excluye la carne, el pescado y los lácteos —es decir, leche y sus derivados, como el queso y la mantequilla— pero sí incluye los huevos y sus derivados, además de los alimentos vegetales como cereales, legumbres, setas, frutas, verduras, etc. Su mayor ventaja es que, al incluir el huevo dentro de la dieta, se obtienen las proteínas y la vitamina B12 necesarias para mantener el cuerpo saludable.

Las personas ovovegetarianas no consumen productos lácteos, a diferencia de las personas lactovegetarianas, quienes no consumen huevos.

Veganismo

Esta sección es un extracto de Veganismo.

El veganismo, del inglés veganism, es la actitud consistente en rechazar el uso de productos de origen animal, en conjunto con una doctrina o filosofía que rechaza concebir a los animales como mercancías, ya sea para indumentaria, medicamentos, cosméticos, transporte, experimentación, ayuda en el trabajo o entretenimiento. El veganismo es definido como un estilo de vida, como un posicionamiento ético y como una ideología. A quienes practican el veganismo se les llama veganos.

Los fundamentos del veganismo incluyen argumentos éticos, morales, ambientales, de salud y humanitarios. Los productos y servicios excluidos por el veganismo son todos los que involucran a un animal, por ejemplo en alimentación —carne, pescado, huevos, leche y derivados, miel—, en vestimenta e industria —cuero, lana, pieles y algunos cosméticos—, en entretenimiento —zoológicos o circos—, en compraventa de animales de compañía y en servicios como perros policía, perros de caza, animales de tiro o experimentación animal, incluida la experimentación médica.

Sin embargo, el veganismo no se opone al cuidado personal o colectivo de ciertas especies de animales de compañía, como perros y gatos, siempre y cuando sea una manera de compartir espacio y vida y no el producto de una transacción comercial. Si bien se rechaza la crianza de animales de servicio por ser considerada una explotación, como los perros entrenados para ayudar a personas con alguna discapacidad, hay debate sobre si sería es posible, en determinadas circunstancias, que estos animales se pudieran considerar verdaderos compañeros de esas personas, con una relación recíprocamente beneficiosa.

Una persona que opta por un estilo de vida vegano suele hacerlo para minimizar el sufrimiento animal; algunos veganos también pueden tomar esta decisión para minimizar su huella ecológica o con la esperanza de beneficiarse de ella en términos de salud.

Desde la Antigüedad ha habido personas que han renunciado al consumo de productos de origen animal, pero el término «veganismo» es moderno: fue acuñado en 1944 por Donald Watson con el objetivo de diferenciarlo del vegetarianismo, el cual rechaza el consumo de carne pero acepta el consumo de otros productos de origen animal, como leche, derivados lácteos y huevos. En la actualidad, el veganismo es minoritario e incluso marginal, aunque en algunos países el número de veganos esté aumentando.

Otras variantes
Crudismo:

Son aquellos que siguen una alimentación vegetariana en la que se consumen productos crudos, o ligeramente tibios, que no han sido calentados por encima de 46,7 °C (116 °F), y nunca cocidos. Los consumidores de productos crudos argumentan que el cocinar destruye las enzimas y porciones de los nutrientes, aunque algunos creen que el cuerpo asimila mejor ciertos alimentos si estos se encuentran ligeramente tibios y por ende más blandos. Otros activan las enzimas de los alimentos mojándolos en agua antes de consumirlos. Algunos son frutarianos, y otros comen solo comidas orgánicas. 

Crudiveganismo:

Es la práctica de la alimentación que es simultáneamente «cruda» y «vegana».

Alimentación macrobiótica:

No es en sí misma un régimen vegetariano, pues consiste en comprender las especificidades de cada alimento ―según el yin y el yang― para obtener la libertad de utilizarlos según los objetivos y necesidades personales. Por eso, decidir si se toman productos animales o no, de qué tipo, qué cantidad, etc., dependerá del resultado que se quiera obtener. Se fundamenta en la disciplina filosófica llamada macrobiótica.

Granivorismo:

Propugnan el consumo de alimentos en grano. Los granivorianos, como los vegetalistas, eliminan de su alimentación la carne y los productos de origen animal.

Lactocerelianos:

Esta tendencia generalmente puede realizarse dentro de prácticas específicas. Por ejemplo, un régimen practicado por los yoguis en la India, que no se ha impuesto en la práctica del yoga en Occidente, propone una alimentación basada principalmente en el uso de productos lácteos y de cereales. Su objetivo es conseguir la salud, el bienestar y la pureza, pero también la armonización entre el cuerpo y el espíritu.

Frugivorismo o frutivorismo:

Esta teoría se basa en las ideas de Arthur Merrheim, quien pretende volver a lo que considera la única alimentación natural; pues según él, el hombre prehistórico era vegetariano. Algunos frutarianos solo consumen partes de la planta que hallan caídas de esta, es decir, comen granos, tomates, pepinos, calabazas, pero no consumen patatas o espinacas.

Esteinerianos:

Se les denomina también biodinámicos, por la biodinámica, pseudociencia elaborada por el doctor Rudolf Steiner, que se ocupa no solo de la calidad y de la cantidad del producto agrícola, sino sobre todo de regenerar el terreno empobrecido por cultivos continuos, lo que provoca que los nutrientes de los alimentos que consumimos sean cada vez más pobres.

Eubióticos:

La eubiótica supone que se puede ayudar a los mecanismos digestivos naturales del organismo mediante la combinación «correcta» de los alimentos y evitando de manera particular asociar alimentos proteicos con carbohidratos.

Semivegetarianismo:

Práctica que consiste en comer la menor cantidad de carne posible.

Flexitarianismo o vegetarianismo flexible:

Se refiere al que sigue una alimentación vegetariana o vegana y consume mucha menos carne que la media general (casos médicos, sociales, etc).

Pescetarianismo:

Persona que no come carne, leche o huevo de animales terrestres, pero sí peces y otros animales marinos.

No carnívoro:

Persona que no come carne. No consideran el pescado o mariscos como carnes, tampoco las grasas o aceites animales, excipientes o colorantes de origen animal, harinas de huesos, etc.

Crudivegetarianismo:

Es el individuo que se alimenta básicamente de verduras, pasturas u oleaginosas de forma cruda. Este estilo de vegetarianismo no permite que se consuman almidones concentrados, como los frutos secos o incluso las patatas, así como tampoco comerlos a una temperatura menor a como se calentarían en estado ambiente.

Apivegetarianismo:

Excluye la carne, el pescado y otros alimentos derivados de animales tales como los lácteos y los huevos, siendo el único producto animal que consumen los derivados de la apicultura, tales como la miel o la jalea real.

Bivalvovegetarianismo:

Excluye el consumo de cualquier alimento de origen animal, salvo los bivalvos como ostras, almejas, mejillones entre otros. Argumentando que debido a la simpleza del sistema nervioso de estos animales, no serían capaces de sentir dolor o sufrimiento y por lo tanto no existiría problema ético alguno en consumirlos. En ocasiones, los bivalvovegetarianos también consumen lácteos y huevos, siendo uno de los nombres que estos reciben el de bivalvoovolacteovegetarianos, aunque el término no es muy utilizado ni fuera ni dentro del vegetarianismo.

Gastronomía

Esta sección es un extracto de Gastronomía vegetariana.

La gastronomía vegetariana es aquella que utiliza ingredientes que cumplen los criterios vegetarianos, excluyendo la carne. Para el ovolactovegetarianismo (el tipo más común de vegetarianismo de Occidente) están permitidos los huevos y los productos lácteos, tales como la leche y el queso. Las formas más estrictas de vegetarianismo son el veganismo y el frugivorismo, que excluyen todos los productos animales, incluyendo los productos lácteos y la miel, e incluso algunos azúcares refinados que se filtran y blanquean con carbón de hueso.

Los alimentos vegetarianos se pueden clasificar en varios tipos:

  • Los tradicionales, que siempre han sido vegetarianos: cereales, frutas, verduras, frutos secos, etcétera.
  • Productos de soja, incluyendo el tofu y el tempeh, que son fuentes comunes de proteína
  • Proteína vegetal texturizada, hecha de harina vegetal desgrasada, incluida a menudo en receta de chili y hamburguesa en lugar de la carne picada
  • Sucedáneos de carne, que imitan el sabor, textura y apariencia de la carne y se emplean con frecuencia en recetas que tradicionalmente contienen carne
  • Sucedáneos de huevo y lácteos, empleados para hacer cremas, batidos y tortillas.

Historia

Esta sección es un extracto de Historia del vegetarianismo.

La historia del vegetarianismo y sus variantes (frugivorismo, semivegetarianismo, etc.), como concepto y práctica entre un número significativo de personas, comienza en la antigua India, especialmente entre los jainas (vegetarianismo jaina) y en particular en el norte y oeste.  Tiempo después aparece en las antiguas civilizaciones griegas en el sur de Italia y Grecia. En ambos casos, la dieta estaba estrechamente relacionada con la idea de la no violencia hacia los animales (llamada ahimsa en India) y fue promovida por grupos religiosos y filosóficos.

Después de la cristianización del Imperio Romano en la antigüedad tardía (siglos IV-VI), el vegetarianismo casi desapareció de Europa. Varias órdenes de monjes en la Europa medieval restringieron o prohibieron el consumo de carne por razones ascéticas, pero ninguno de ellos se abstuvo del consumo de pescado, por lo que estos monjes no eran vegetarianos, sino pescetarianos. El vegetarianismo resurgió en Europa durante el Renacimiento y se convirtió en una práctica más generalizada durante los siglos XIX y XX. En 1847 nace la primera sociedad vegetariana en el Reino Unido, y pronto nacerían otras en Alemania, Países Bajos y otros países. En 1906 surge la Unión Vegetariana Internacional como unión de todas las sociedades nacionales. En la actualidad, el porcentaje de vegetarianos en Occidente varía entre 0,5% y 4%, según la región y la fuente.

Demografía

Artículo principal:  Anexo: Vegetarianismo por país.

A nivel mundial, el VRG (Vegetarian Resource Group) realizó una encuesta en 2006 que estimaba que el 6.7 % de la población mundial es vegetariana. En 2010, Leahy, Lyons y Tol estimaron que había 75 millones de vegetarianos a voluntad (1%), y 1,450 millones quienes lo eran por falta de recursos.

  • India – Es el país con mayor población vegetariana, entre un 30 % y 40 % de la población. ​ Por sexos, la mayoría de los vegetarianos son mujeres, un 68 % frente a un 32 % de hombres.
  • Reino Unido – Es uno de los países occidentales con mayor número de vegetaria9nos, se estima que el 7 % de la población lo es (cuatro millones de personas Sería superado por Alemania, donde, según datos del Eurostat, en 2003 entre un 8 % y un 9 % de la población era vegetariana; en España lo era un 0,5 % (unas 200 000 personas).
  • Estados Unidos – Según un informe de la Fundación Foodways, el número de personas vegetarianas pasó de 6 a 12,5 millones, en solo siete años (entre 1985 y 1992).
  • Chile – En Chile, según datos de CADEM, el 14% del país es vegetariano. El estudio que incluyó 1600 participantes checando «El chile que viene» en el sentido de los hábitos nutricionales de los residentes chilenos.
  • Perú – Otro dato sobre un país latino es en el Perú, donde 8% del país se declara como vegetarianos, esto según «Nielsen», basado en datos que sacaron de un estudio mundial que se hizo en 2016.
  • Israel – Según un periódico israelí, basado en encuestas, el 8% de los israelíes son vegetarianos, un total de aprox. 1 millón de israelíes.
  • Brasil – Según la sociedad vegetariana brasileña un número histórico de 14% de vegetarianos declarados se anunció. Basado en encuestas de IBOPI.

Simbolismo

Esta sección es un extracto de Simbolismo vegetariano y vegano.

Se han diseñado múltiples símbolos para representar tanto el vegetarianismo como el veganismo. Muchos de ellos se emplean en embalajes de comida para su distinción, incluyendo etiquetas como la marca de The Vegan Society o el símbolo Europeo del Vegetarianismo, así como los símbolos de vegetariano y no vegetariano estipulados por el gobierno de la India. Estos símbolos también son utilizados por miembros de las comunidades vegetarianas y veganas para representar sus ideales. También se emplean en el movimiento de liberación animal.

Etimología

El término inglés vegetarian se comenzó a utilizar en el siglo XIX para referir a quienes evitaban consumir carne. El Diccionario Oxford de la lengua inglesa atribuye el primer uso conocido a la actriz Fanny Kemble (1809-1893) quien la utilizó en un escrito de 1839 que fue publicado en 1863. Las palabras «vegetariano» y «vegetarianismo» aparecieron con la primera asociación vegetariana del mundo, la Vegetarian Society, fundada el 30 de septiembre de 1847 en Mánchester; por lo que antes de esa fecha tales palabras no aparecen en ningún escrito y a falta de ellas se habla de «dieta vegetal» o «dieta pitagórica» (debido a que los seguidores de Pitágoras seguían dietas vegetarianas)”.

Vegetarianismo (Wikipedia)

VEGETARIANISMO SEGÚN LA ALQUINATURA

El relato que el Antiguo Testamento hace del vegetarianismo ilustra nuestro tema:

“Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.

El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”.

Génesis 9:3-6

Para aclarar una serie de contradicciones en la que parece incurrir la Biblia, conviene decir que ésta no se limita, en absoluto, a exponer un solo modelo de alimentación del hombre. Aquí habría que hablar de los tiempos que corren y de las distintas situaciones que se dan en cada tiempo. Busquemos las razones que llevan a Dios a cambiar la ley del Génesis 9, por las que se exponen en: 

“Y toda la congragación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto”.

Éxodo 16:2

“Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.

Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, será comido en el día que ofreciere su sacrificio, y lo que de él quedare, lo comerán al día siguiente”.

Levítico 7:15-16

Hay que saber entender que los seres humanos no aceptan lo bueno como bueno, y dan por sentado, al mismo tiempo, que lo malo es lo que más les gusta.

El fallo más grande del hombre consiste en la pérdida de la conciencia. Perdida ésta, la ética; perdida la ética se pierde la compasión.

La diferencia que existe entre lo bueno y lo malo, entre el bien y el mal, es que lo bueno, y el bien, no perjudica a nada ni a nadie, y todos salen ganando; mientras que en lo malo, y en el mal, siempre hay perdedores, y en el caso que nos ocupa, la vida.

Dios disuelve su ley primogénita de la conciencia en contra de su voluntad, y del bien, porque se da cuenta de que el hombre es malo y no es capaz de acatarla.

La ley de Moisés constituye el comienzo de una nueva época en la historia del pueblo de Israel. Dios considera el bien como algo supremo. Sin embargo, por encima de esto está el plan de Dios para redimir al hombre de la caída del pecado original, a través del pueblo de Israel elegido por Él, hasta la venida del Mesías, verdadero y único artífice de la redención del hombre, y así salvarlo de las manos de Satanás.

Con la dieta vegetariana empieza un comienzo escalonado hacia el amor al prójimo, sin buscar nada a cambio, pero que actúa e influye para que, después, venga la justicia, la cual tiene finalidades y obra según el principio: ‘Yo te respeto y tengo compasión de ti, para que los demás me respeten y tengan compasión de mí’. Así todos somos felices y nadie sufre.

Una vez cumplido el tiempo, con el Apocalipsis a la vuelta de la esquina, la vida no va a necesitar que el hombre tenga compasión de ella, sino que será el Juez quien la proteja:

 

“Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin”

Daniel 7:26

Quien respeta la vida nada debe temer. Y su tálamo permanecerá tranquilo y sosegado. Pero si el equipaje de la moral que todos llevamos dentro, (Juez), se altera por incumplir algunas de sus leyes, (en el caso que nos ocupa: No matarás), este Juez se volverá contra nosotros como si fuera una enfermedad autoinmune, y nadie podrá resistirlo.

 

El conocimiento de la verdad siempre nos insta a estar seguros y tranquilos.

Quien posee conocimiento, no se confunde.

Quien posee ciencia, maneja hipótesis.

Quien observa el empirismo, acierta.

Quien se ilumina con lo parcelario, yerra.

Lo que vive dentro de un elefante, o de un buey, o de un toro bravo, es fuerza y bravura. Y lo que vive dentro de estos animales vegetarianos, también puede vivir en los hombres que no se alimentan de carne ni de pescado.

Conviene subrayar que las formulaciones que hace la ciencia con respecto a la deficiencia de vitamina B12, ácidos grasos Omega-3 y vitamina D en los vegetarianos, son puntos de vista que difieren claramente de la realidad. Aquí se pone de manifiesto el querer apagar la voz de la conciencia ética, buscando un argumentario que justifique la ingesta de carne.

Existen otros estudios científicos que aportan otros puntos de vista.

La vitamina B12

Según un estudio de SuperSmart, el valor diario (vd) recomendado de vitamina B12 es, aproximadamente, 2’4 microgramos para un adulto. Teniendo en cuenta que no se reconoce ningún riesgo por exceso de esta vitamina, el organismo almacena la ingesta adicional de B12 en el hígado, para prevenir las deficiencias.

  • Alimentos de origen animal ricos en vitamina B12:

– El queso: Contiene de 1 a 1’5 microgramos, por cada 100 gramos. Es decir, entre aproximadamente un 40 y un 60% de la ingesta diaria recomendada.

– La leche: Contiene 1’2 microgramos, por cada 100 gramos (un 50% de la ingesta diaria recomendada).

– Los huevos: Contiene 0’6 microgramos, por cada 100 gramos (un 25% de la dosis recomendada).

Sería muy agradable que las historias se contaran bien, y que los mitos desaparecieran. Los únicos seres que pueden generar vitamina B12 son los microorganismos. De hecho, la vitamina B12 sintética es fabricada mediante un proceso de fermentación láctica, por las bacterias: pseudonoma denitrificans, propionibacterium shrmanil y sinorhizobium meliloti.

La vitamina B12 se encuentra en las carnes rojas de rumiantes, otras carnes, pescado, queso, leche y huevo, de mayor a menor porcentaje, en ese orden. Pero esas vitaminas no han sido creadas por la vaca, el pescado o la gallina, sino que se originan por las bacterias simbióticas de la flora intestinal que poseen dichos animales, y después se desplazan, para su función, a los distintos tejidos del animal, así como a su leche o su huevo.

Existen dos tipos de vitamina B12, con funciones diferenciadas.

  1. Vitamina B12 tipo I, Cianocobalamina.

Sus funciones son:

– Intervenir en la formación de eritrocitos. Su déficit produce eritrocitos megas, grandes, dando lugar a anemia megaloblástica.

– Intervenir en la producción de mielina de las células de Schwann, en los nervios.

– Intervenir en el funcionamiento de las neuronas motoras.

La vitamina B12 Cianocobalamina puede ser producida por las bacterias simbióticas intestinales de los seres humanos, la flora intestinal, si se alimentan adecuadamente.

Los alimentos que generan Cianocobalamina son:

  • Trigo.
  • Col.
  • Dátiles.
  • Cava.
  • Champán.
  • Cerveza.

El viaje sosegado que podemos hacer, libre de ciencia, y con la cabeza bien alta por no tener que sacrificar animales para comer, nos hace así llevar el mandato de Dios en la frente. Sería muy interesante conocer algo de la historia de este profeta bíblico en relación al vegetarianismo: 

“En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.

Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.

Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.

Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino del rey que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.

Entre estos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.

A estos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.

Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.

Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos; y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza.

Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías:

Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas.

Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días.

Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey.

Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.

A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.

Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor.

Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey.

En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.

Y continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro”.

Daniel y sus compañeros en Babilonia – Daniel 1:1-21

2. Vitamina B12 tipo II, Hidroxicobalamina.

Sus funciones son:

– Intervenir en el mantenimiento de las neurofibrillas de los nervios.

– Intervenir en los receptores del sistema inmunológico y hormonal.

– Intervenir en la transcripción del ADN.

Esta vitamina B12 tipo II puede ser producida también por la flora intestinal de los seres humanos, si nos alimentamos regularmente con:

  • Aceite de girasol (mejor, de extracción en frío).
  • Algas.
  • Alubias secas.
  • Ciruelas.
  • Ajo crudo.

 

Los Omega-3

Son ácidos grasos poliinsaturados.

Se encuentran (según escala del 1 al 10) en:

  • Pescado azul: salmón, sardinas, atún (10).
  • Ciertos mariscos (8).
  • Aceite de soja (3).
  • Planta canola (2).
  • Nueces (2).
  • Linaza (2).
  • Chía (4).

Según la ciencia, las funciones del Omega-3 son evitar las enfermedades cardiovasculares y la ateroesclerosis. Su carencia puede provocar: dermatitis, piel áspera, enrojecimiento, inflamaciones, hipertensión, colesterol, artritis, alzheimer.

Según la Alquinatura, el Omega-3 es necesario en el metabolismo de las hormonas esteroideas de la corteza suprarrenal.

La bandera de los Omega-3 cuelga de los balcones de los eclécticos de la alimentación omnívora, poniendo el acento en la necesidad de comer pescado, y señalando con el dedo la insensatez de los vegetarianos.

Sin embargo, a la hora de hacer un análisis con rigor, no se tiene en cuenta que hay millones de vegetarianos que no padecen las enfermedades a las que se alude por falta de Omega-3, ni a los bebés que se crían saludablemente con leche, y no con pescado azul.

Dichosa es la Naturaleza, que sabe cuidar de los seres humanos y no les obliga a matar a otros seres para comérselos, respetando así la vida.

  1. Los cofactores de Omega-3.

Según la Alquinatura, existe un cofactor hepático, compuesto por una apoenzima y por vitamina A, que transforma el Omega-6 en Omega-3.

Los alimentos ricos en Omega-6 (medidos en escala del 1 al 10) son:

  • Aceite de girasol (10).
  • Aceite de oliva (8).
  • Aceite de coco (8).
  • Avena (8).
  • Cacahuetes y nueces (6).
  • Aguacate (6).
  • Pipas de girasol (6).
  • Queso y leche de oveja (6).
  • Queso y leche de cabra y vaca (5).
  • Soja (5).